Una de las rutinas esenciales en el mantenimiento de plantas solares es la inspección de las instalaciones para garantizar su correcto funcionamiento. Este procedimiento se realiza de forma manual y, además de representar el 70% de los costes operativos, expone a los técnicos a riesgos asociados con altos voltajes, temperaturas extremas y terrenos complicados.

“Me sorprendió lo obsoleto que estaba el proceso de operación y mantenimiento en fotovoltaica”, explica Bhishma Hernández.

La startup española Clever Solar Devices, con sede en un pequeño pueblo de Soria, ha desarrollado un dispositivo del tamaño de una tarjeta de crédito capaz de predecir y diagnosticar fallos en paneles solares de forma automática y en tiempo real. Este hardware mide parámetros clave como la curva IV y utiliza inteligencia artificial para analizar datos, reduciendo los costes de mantenimiento en un 70% y mejorando la producción en un 15%.

Fundada en 2019, la empresa colabora con grandes compañías como Repsol y Ferrovial y comenzó su comercialización en 2024 en países europeos como España, Italia, Grecia y Francia, alcanzando una facturación de 100.000 euros. A pesar de tener su sede en un pueblo con solo 22 habitantes, Clever Solar Devices apuesta por la innovación y la producción local en el País Vasco, evitando la deslocalización fuera de Europa.

La compañía ahora se centra en escalar comercialmente, aumentar la automatización y expandirse a plantas solares de gran escala tanto a nivel nacional como internacional. Su objetivo es prever y evitar futuros fallos para maximizar la rentabilidad de las instalaciones fotovoltaicas.